Este parque, situado en medio de uno de los nudos viales más importantes de Barcelona, ofrece al visitante un número excepcional de posibilidades: pistas deportivas y de modelismo, una gran zona de picnic con barbacoas y un huerto urbano. Todo ello en un espacio verde de líneas sobrias donde el azul del agua de un largo canal, el verde de las grandes praderas de césped que cubren una pequeña colina y la esbeltez de largas hileras de chopos configuran un paisaje de gran belleza.
La escultura es un elemento destacado de este parque. A medio camino de la cima de la colina se halla una escultura vital y llena de movimiento. Son los Caballos desbocados de Josep Ros (1993), un gran friso que recorta el perfil de 15 caballos que corren salvajes sobre el césped.
En uno de los extremos de la extensa superficie de agua que recorre la ancha semicircunferencia que constituye el parque, destaca Mujer que se baña, de Rafael Bartolozzi (1985), una delicada figura femenina realizada en mármol de Carrara. Cerca, el agua que sale de las bocas de unas cuantas ranas rodean la escultura de surtidores.
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